jueves, enero 25, 2007

CONFIEP exige derogar abolición de la esclavitud

El presidente de la CONFIEP, José Miguel Morales, declaró que la institución que él preside remitirá pronto al Ejecutivo un proyecto de reforma constitucional que permita de una vez por todas adoptar una Ley General del Trabajo que haga de la empresa peruana la más competitiva de la región.

Para lograr este objetivo, hay que eliminar todo rastro de populismo en la recientemente aprobada legislación laboral, incluso aquellas normas que cuentan con un fuerte arraigo "porque ninguna tradición insensata debe ser un obstáculo para el progreso". Así, pues, señaló que una medida indispensable para acabar con el lastre de los sobrecostos laborales es derogar, cuanto antes, el demagógico decreto de Castilla que abolió la esclavitud en 1854. Asimismo, debido al creciente ingreso de productos textiles chinos a nuestro mercado, se hace urgente, añadió el empresario, la reimplantación de la mita para abastecer con una mano de obra competitiva la industria textil peruana, al estilo de los antiguos obrajes. "Debemos buscar en nuestro acervo histórico aquellas cosas positivas que nos permitirán afrontar el futuro con decisión".

Respecto de los convenios internacionales suscritos por el Perú en materia de derecho laboral y que impedirían la ejecución de estas normas, el dirigente empresarial se mostró enfático: "Debemos hacer lo que consideramos correcto y beneficioso para el país, sin estar preocupándonos por el qué dirán. Ante el mundo debemos mostrarnos firmes y decirle claramente que somos un país soberano que no se somete a camisas de fuerza." Rechazó, asimismo, como "injerencia imperialista" los condicionamientos puestos por algunos legisladores norteamericanos para la ratificación del TLC entre el Perú y Estados Unidos.

"Tras la propuesta de la CONFIEP se halla un trasfondo humanista que consiste en rescatar los valores inherentes al trabajo, dejando de lado el pensamiento materialista que reduce la noble función del trabajo a un mero intercambio de servicios a cambio de dinero", explicó; según el gremio empresarial, ello se conseguirá eliminando del circuito productivo el factor perturbador que, en este caso, es la remuneración del trabajo. De esta manera, el trabajador ya no tendrá como única perspectiva la acumulación del "vil metal", sino que podrá centrarse en su superación y dignificación personal."Trabajando ad honorem, la persona demuestra que es capaz de elevarse por encima de pretensiones meramente materiales y descubre lo mejor de sí. La entrega desinteresada a una misión es lo que ha caracterizado siempre a las almas más nobles y las encamina hacia su perfección". De esta manera, argumentó el representante de los empresarios, la clase trabajadora tendrá también la fuerza y la autoridad moral necesarias para exigir a los parlamentarios y otros funcionarios públicos a reducir o a renunciar a sus descomunales remuneraciones, que convierten en privilegiados a quienes deberían ser los primeros servidores públicos.


La Plazuela es una web que parodia la realidad. Las noticias que aparecen aquí son ficción.


Tags:

Si quieren votar:

No hay comentarios.: