En estos tiempos, la celebración de la Navidad nos motiva a muchas reflexiones. Puede decirse que se ha comercializado, que muchas veces estamos más pendientes de detalles superfluos como los regalos o los platos de la cena navideña. Pero precisamente, ahí está nuestro desafío: que nuestro espíritu no se deje avasallar por lo accesorio, y no olvidemos aquello que realmente debemos desear y esperar para todos nosotros: que Cristo nazca en nuestros corazones.
A todos ustedes les deseo una Feliz Navidad.
1 comentario:
¡Feliz navidad también para ti, guapo!
Besos.
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